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Los tres beneficios principales de realizar este ejercicio son:

1. Reflexión: Este ejercicio fomenta una profunda introspección sobre experiencias personales, ayudando a procesar y comprender eventos emocionales significativos. Facilita la evaluación de cómo ciertos acontecimientos han impactado la vida del individuo, permitiendo una comprensión más profunda de sus efectos.
2. Claridad: Al observar y describir detalladamente eventos pasados y sus emociones asociadas, este ejercicio ayuda a clarificar pensamientos y sentimientos que pueden haber sido confusos o abrumadores. Ofrece una oportunidad para ver las situaciones desde una nueva perspectiva, reduciendo la perturbación emocional asociada.
3. Autoconocimiento: La reflexión sobre las reacciones personales y las emociones provocadas por eventos pasados proporciona insights valiosos sobre patrones de comportamiento, creencias subyacentes y valores personales. Este ejercicio enriquece la comprensión de uno mismo y promueve el crecimiento personal al revelar áreas de fortaleza y aspectos a mejorar.