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Los tres beneficios principales de realizar este ejercicio son:

1. Conexión: La práctica de la gratitud en movimiento fortalece el vínculo entre el individuo y su entorno, fomentando un sentido de unidad y pertenencia. Al reconocer y apreciar las bendiciones en la vida, se establecen conexiones más profundas y significativas con el mundo que nos rodea.
2. Bienestar: Al enfocarse en la gratitud, se promueve una perspectiva más positiva y una mayor satisfacción con la vida, lo que contribuye significativamente al bienestar general. Esta práctica ayuda a cultivar emociones positivas, reduciendo el estrés y mejorando la salud mental y emocional.
3. Reflexión: La gratitud en movimiento invita a una profunda reflexión sobre las lecciones aprendidas, incluso a través de desafíos, y sobre las abundantes bendiciones presentes en la vida. Esta reflexión consciente permite un mayor autoconocimiento y aprecio por el crecimiento personal experimentado.